Del taller al agua
Aquarel nació en un taller olvidado, entre telas guardadas y máquinas que llevaban tiempo en silencio. De ese espacio y de la necesidad de transformar la adversidad en color, surgió la idea de crear algo propio: una marca hecha a mano, con propósito y determinación.
Todo comenzó como un reto con mi papá. Le pedà que me hiciera un bañador, sabÃa que lo harÃa. Solo que no imagine que lograrÃa una prenda muy bien hecha. El dÃa que la probé en el agua entendà que tenÃamos algo especial entre manos, y desde entonces trabajo con dedicación para financiar este sueño en el que creo profundamente.
Hoy, Aquarel crece.
Somos el reflejo de la perseverancia y la pasión por crear algo real, hecho con nuestras manos y con el corazón puesto en cada detalle.